quinta-feira, 14 de junho de 2012

Tranquilos, estamos en ello

La prima de riesgo en 552 puntos, el tipo de interés del bono español a 10 años en el 7%, Moody's rebaja tres escalones la nota de la deuda soberana española, desde A3 hasta Baa3 y la sitúa en perspectiva negativa -al borde del bono basura- y el ministro de economía, lanzando mensajes de tranquilidad con el argumento de que "El Gobierno está encima de los asuntos, está encima de los temas, está tomando medidas y va a continuar tomando medidas".

No sé si la enorme concreción y claridad que se desprende de las declaraciones del ministro, tranquilizan a alguien, a mí me dejan mucho más intranquilo.

Si este gobierno quisiese realmente transmitir tranquilidad, debería considerar, desde el primer momento, que la ciudadanía está dentro del estándar de normalidad, en lo que a capacidad intelectual se refiere. Y así, debería haber empezado por:

1. Evitar el bochorno de intentar vender el rescate del pasado sábado como una victoria frente al eurogrupo, y explicar con claridad que, siendo una medida objetivamente muy negativa, era la única salida para evitar el colapso inmediato del sistema financiero.

2. Dejar claro que esos 100.000 millones de euros, en la medida que se le conceden al Estado español, incrementan nuestra deuda pública, y que ésta se sitúa ya en el 90% del PIB.

3. Que el coste anual de esa deuda adicional de 100.000 millones de euros, si como se dice el tipo de interés estará entre el 3% y el 4%, supondrá grosso modo entre 3.000 y 4.000 millones de euros que computarán como gasto público y, por tanto, incrementan el déficit. Porque la explicación de que a los bancos que lo necesiten se les va a cobrar un tipo de interés del 7% o del 8%, en la situación de insolvencia en la que están, suena a ciencia ficción.

4. Debería explicar si ese crédito tendrá o no preferencia de cobro sobre los títulos de deuda soberana española, porque es un dato decisivo en la evolución de la prima de riesgo y en el tipo de interés de los bonos españoles a diez años.

5. Y sobre todo, el ministro de economía debería explicar cuál es el plan en función del cual se van a utilizar esos 100.000 millones de euros y con qué objetivos.

Porque lo que ya nadie entiende es la continua inyección de dinero público en el pozo sin fondo de la banca, ya sea a través de préstamos o a través de la participación en su capital, sin que exista ningún criterio, más allá de lo que cada una de las entidades en problemas estima que necesita.

La ciudadanía necesita saber cuál es el plan para la recuperación de cada una de esas inyecciones de dinero público en empresas privadas, porque de lo contrario, la sensación cada vez más generalizada es que todo este desmadre lo acabarán pagando los mismos. Como siempre.

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