sábado, 27 de fevereiro de 2010

La recurrente milonga de la reforma de las pensiones (reposición)

Muchas veces intentaron convencernos, a los que tenemos ya cierta edad, de que el sistema de pensiones era inviable a largo plazo, fundamentalmente porque la tasa de crecimiento del número de pensionistas es muy superior a la tasa de crecimiento del número de ocupados.

La última campaña fuerte tuvo lugar a finales de los ochenta, comienzo de los noventa. En aquel momento, el objetivo era vendernos planes de jubilación privados. Los estudios más sesudos pronosticaban que el sistema vigente estallaría en el año 2000, y que, en el mejor de los casos, no pasaría de 2010.

A la vista está su capacidad de acierto. El actual sistema hasta 2008 venía batiendo, año tras año, su propio récord histórico de superávit.

Hace unos días, otra vez, la patronal de las aseguradoras UNESPA presentó un estudio encargado –y pagado- a Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid, José María Fidalgo, ex secretario general de CC.OO., Xabier Sala i Martín, economista, Juan Manuel Eguiagaray, ex ministro de Industria, Víctor Pérez Díaz, sociólogo y Juan Chozas, ex secretario general de Empleo. La principal conclusión es que el sistema de pensiones entrará en déficit en 2022 -incluso antes, si la actual crisis se prolonga-, por lo que proponen alargar la vida laboral (retrasar la edad de jubilación) y que se fomenten los instrumentos privados que complementen la pensión. Déjà vu.

Con información tan solvente en la mano, unos días después Rodríguez Zapatero en plena cumbre de Davos, acuciado por las gruesas críticas internacionales, no tiene mejor ocurrencia que anunciar inopinadamente allí que el gobierno va a retrasar la edad de jubilación.

A partir de ahí, toda la potencia de los medios de comunicación que ante un hecho tan evidentemente indiscutible y contundente, no se cuestionan nada y hacen simplemente de altavoces del trabajo que UNESPA le pagó a Rato y cía.

Ayer, sin embargo, publicaba el suplemento Mercados de La Voz de Galicia -siento no poder colocar el enlace pero este suplemento no está en la versión web- un interesante artículo de Albino Prada, en el que venía a demostrar, primero, que la relación nº de ocupados/nº de pensionistas viene disminuyendo desde los años setenta con más intensidad incluso de la que se pronostica para los próximos cuarenta años. Segundo, que suponiendo una tasa de crecimiento de la riqueza en los próximos cuarenta años, semejante a la que se produjo en los últimos treinta, el porcentaje del PIB que deberemos destinar al pago de pensiones será en 2050, similar al que ya destinamos hoy.

Así pues, si asumimos que el sistema de pensiones es, junto a la sanidad pública y la educación, el corazón de nuestro estado de bienestar, no hay motivo para no seguir destinándole en el futuro el mismo porcentaje de riqueza que hoy.

Ahora bien, en un sistema económico donde los cambios tecnológicos están sustituyendo progresivamente mano de obra por capital y donde, al menos en los países desarrollados, las actividades intensivas en trabajo tienen difícil viabilidad competitiva debido a los mayores costes salariales, no tiene ningún sentido que el pago de las pensiones siga recayendo exclusivamente en los salarios. Del mismo modo que hace años la seguridad social dejó de financiarse a través de las cotizaciones salariales y pasó a financiarse vía impuestos, también las pensiones requerirán, en el futuro, desvincularse de los costes salariales y pasar a financiarse por la vía de un impuesto que grave la totalidad del valor añadido generado.

En esta misma línea argumental está desde hace tiempo el catedrático Vicenç Navarro. Y hace unos días, Jordi Sevilla, ex ministro del gobierno de Rodríguez Zapatero, publicaba en su blog un razonamiento semejante.

Son pocos, de momento, frente al tsunami que se genera desde el gobierno, UNESPA e los medios de comunicación, pero conviene no dejar de escucharlos.

2 comentários:

  1. no haría mucho caso de lo que diga gente como Xabier Sala i Marti. Economista, profesor en la Pompeu Fabra, es conocido también por su peculiar sentido del humor. Seguidor de la Escuela de Chicago, no creo que a día de hoy sus tesis y las de dicha escuela tengan mucho sentido, de hecho, esta crisis tan parecida a la de los años 30 la han provocado sus teorias de librecomercio, esa perfección del mercado de libre competencia y desregularizado.

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  2. En este blog no tiene mucho predicamento Sala i Martí. En la patronal de las aseguradoras, sí.
    Salud,

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